Dos de las grandes tendencias epidemiológicas que existen actualmente son la epidemia de obesidad y el envejecimiento con un fuerte impacto en la composición corporal, morbilidad y mortalidad de la población. El proceso de envejecimiento en los países desarrollados supone una ganancia de peso entre la tercera y la sexta década, mientras que a partir de ese momento el estado ponderal se va estabilizando hasta la novena década de vida, momento en que comienza a producirse una pérdida moderada de peso. La pérdida de masa muscular está documentada a partir de la cuarta ó quinta década de la vida, siendo más acusada en la población sedentaria(1,2).
En general se encuentra bien documentada la prevalencia y desarrollo de la sarcopenia. Sin embargo, a pesar de ello, está surgiendo un importante problema de salud pública, que es el impacto que tiene la obesidad sobre la sarcopenia (1,3). Por lo general, la ganancia ponderal produce un incremento de la masa muscular y de la masa grasa; sin embargo, la obesidad en la vejez actúa de forma sinérgica con la sarcopenia potenciando la incapacidad(1).
Una de las primeras revisiones sistemáticas sobre obesidad sarcopénica (OSP) fue la realizada por Villareal et al. (4). Los autores de esta revisión compararon 52 adultos mayores obesos con 52 adultos mayores débiles no obesos y 52 no obesos. A pesar de presentar una cantidad absoluta mayor de masa libre de grasa dentro de los mayores obesos, éstos tenían menor calidad muscular (fuerza por unidad de área muscular) que los otros dos grupos y además se observó que tanto su capacidad aeróbica, rendimiento funcional, equilibrio, fuerza y velocidad de marcha se veía reducida con respecto a los mayores no obesos (4). Curiosamente los mayores obesos presentaban sarcopenia con una masa muscular relativa menor y menor fuerza muscular por área muscular a pesar de presentarse como un estereotipo opuesto al adulto mayor frágil.
A partir de esta revisión surgió la necesidad de investigar cuál es el mecanismo que une la sarcopenia con la obesidad. Parece probable el hecho de que la obesidad y la sarcopenia se refuercen recíprocamente en diferentes niveles tanto biológicos como de comportamiento (5). A este respecto, cabe destacar que según envejecemos se reduce la actividad física, lo que provoca una disminución del efecto trófico sobre el músculo y además predispone a un balance energético positivo y ganancia de peso, la mayor parte en forma de grasa.
Por otro lado, la pérdida de músculo reduce la masa de tejido diana disponible de respuesta insulínica, lo que favorecería la resistencia a la insulina y ésta a su vez al síndrome metabólico y a la obesidad (5). Además, al incrementarse la masa grasa se favorece la producción del factor alfa de necrosis tumoral, interleuquina 6 y otras adipoquinas que favorecen la resistencia a la insulina así como un efecto catabólico directo sobre el músculo (3). De esta manera se generaría un círculo vicioso que nos lleva a un incremento de masa grasa y a una mayor pérdida de músculo, lo que puede conducir a consecuencias funcionales como la incapacidad o a enfermedades como la diabetes o la hipertensión(5).
La obesidad sarcopénica se asocia a mayor riesgo de resistencia a la insulina de ateroesclerosis y de síndrome metabólico que la obesidad por sí sola (3). La sarcopenia produce incapacidad, fragilidad y pérdida de autonomía en la vejez (3,6). Tanto la obesidad como la sarcopenia son factores que de manera independiente predicen una limitación funcional en la población de edad. Sin embargo, la implicación que tiene un paciente sarcopénico y obeso es mayor, ya que ambas condiciones actúan de manera sinérgica cuando coexisten en el paciente (1).
Las últimas investigaciones sobre OSP proponen que tanto la sarcopenia como la obesidad parecen compartir una etiología común. Sin embargo, hay grandes dificultades dada la falta de claridad en las definiciones y concreción de los valores límites o puntos de corte para su diagnóstico (7).
El estudio de Donini et al. (8) define la OSP como una condición funcional y clínica que se caracteriza por la simultaneidad de exceso de masa grasa y de depleción de masa libre de grasa, con el riesgo derivado de los dos fenotipos de composición corporal individuales. La OSP es más común en personas de edad avanzada o en personas más jóvenes que presentan obesidad e incapacidad física severa. Asimismo, también se puede desarrollar en pacientes obesos que han sufrido una cirugía bariátrica sin un seguimiento nutricional o como respuesta al seguimiento de dietas no apropiadas durante mucho tiempo(8).
De acuerdo con el estudio de Hernández Rodríguez et al. (9) tradicionalmente se pensaba que el paciente senil presentaba pérdida de peso por su edad, asociándose la debilidad muscular a la pérdida de masa muscular. Sin embargo, parece cada vez más claro que los cambios que se producen en la composición del propio músculo, especialmente la infiltración de grasa en el mismo, también contribuye sustancialmente a reducir su desempeño y posibilidad de trabajo.
La OSP es un síndrome clínico y fisiopatológico que provoca discapacidad e incluso riesgo de mortalidad (1). En 1996 Heber y colaboradores la describieron por primera vez como un bajo nivel de masa muscular en relación con la masa grasa (1). Otros autores atribuyen el concepto a Roubenoff, quien en 2004 define la masa magra como el tejido músculo-esquelético y óseo, añadiendo también que ambos se encuentran disminuidos en esta patología (1).
Según Baumgartner et al. (10), la OSP se define como la coexistencia de una baja masa muscular esquelética (≤ 2 desviaciones estándar de la media de población joven de la muestra en estudio, esto es, < 7,26 kg/m2 en hombres y < 5,45 kg/m2 en mujeres) y un porcentaje de masa grasa superior a la media (> 27 % en hombres y > 38 % en mujeres).
Kim et al. (11) elaboraron una nueva fórmula que define la obesidad sarcopénica: porcentaje de masa muscular menor del 35,7 % y 30,7 % del peso corporal en hombres y mujeres respectivamente y un porcentaje de masa grasa superior al 20,1 % y 31,7 % en hombres y mujeres respectivamente.
Parece que uno de los obstáculos principales para llegar a la definición de OSP es si se debe basar únicamente en la composición corporal o si se debería tomar en cuenta también un criterio funcional (8). Por otro lado, la obesidad se suele definir únicamente teniendo en cuenta el IMC, mientras que la definición de sarcopenia incluye el criterio de masa libre de grasa pero considerando también la fuerza muscular y la incapacidad funcional.
En próximos artículos veremos cuáles son las causas que originan tanto la sarcopenia como la obesidad sarcopénica.
Bibliografía
1. Zúñiga R. Conceptos básicos sobre obesidad sarcopénica en el. Rev Clínica Esc Med UCR-HSJD. 2015;5(3).
2. Tyrovolas S, Koyanagi A, Olaya B, Luis Ayuso-Mateos J, Miret M, Chatterji S, et al. Factors associated with skeletal muscle mass, sarcopenia, and sarcopenic obesity in older adults: a multi-continent study. J Cachexia Sarcopenia Muscle. 2016;7(3):p. 312-21.
3. Kohara K. Sarcopenic obesity in aging population: current status and future directions for research. Endocrine. 2014;45(1):p. 15-25.
4. Villareal DT, Apovian CM, Kushner RF, Klein S. Obesity in Older Adults: Technical Review and Position Statement of the American Society for Nutrition and NAASO, The Obesity Society. Obes Res 2005;13(11):p. 1849-63.
5. Roubenoff R. Sarcopenic Obesity: The Confluence of Two Epidemics. Obes Res. 2004;12(6):p. 887-8.
6. Gómez-Cabello A, Vicente Rodríguez G, Vila-Maldonado S, Casajús JA, Ara I, Ara Royo I. Envejecimiento y composición corporal: la obesidad sarcopénica en España. Nutr Hosp. 2012;27(1):p. 22-30.
7. Cadore EL, Casas-Herrero A, Zambom-Ferraresi F, Idoate F, Millor N, Gómez M, et al. Multicomponent exercises including muscle power training enhance muscle mass, power output, and functional outcomes in institutionalized frail nonagenarians. [citado 7 de noviembre de 2018]; Disponible en: http://www.consort-statement.
8. Donini LM, Poggiogalle E, Migliaccio S, Aversa A, Pinto A. Body composition in sarcopenic obesity: Systematic review of the literature. Med J Nutrition Metab. 2013;6(3):p. 191-8.
9. Rodríguez H, Emiliano M, Puig L, Lizet D, Elías-Calles C. Algunos aspectos de interés relacionados con la obesidad sarcopénica Some aspects of interest related to sarcopenic obestiy. Vol. 26, Revista Cubana de Endocrinología. 2015
10. Baumgartner RN, Wayne SJ, Waters DL, Janssen I, Gallagher D, Morley JE. Sarcopenic Obesity Predicts Instrumental Activities of Daily Living Disability in the Elderly. Obes Res 2004;12(12):p. 1995-2004.
11. Kim YS, Lee Y, Chung YS, Lee DJ, Joo NS, Hong D, et al. Prevalence of sarcopenia and sarcopenic obesity in the Korean population based on the fourth Korean National Health and Nutritional Examination Surveys. Journals Gerontol – Ser A Biol Sci Med Sci. 2012;