El término nutracéutico es un híbrido de dos vocablos “nutrición” y “farmacéutico”. Se puede definir como alimento ó parte de algún alimento que desempeña un papel significativo en el mantenimiento y modificación de la función fisiológica y que contribuye a un buen estado de salud. Nutracéutico es un término acuñado por Stephen de Felice, fundador y presidente de FIM (Foundation for Innovation in Medicine). “Health Canada” define el nutracéutico como “un producto preparado a partir de los alimentos, pero vendido en forma de pastillas ó en cualquier otro formato médico, no asociados normalmente con los alimentos”.
El consumo de alimentos industriales ricos en grasas saturadas y azúcares ha aumentado el número de trastornos que tienen su origen una nutrición inadecuada. Los consumidores se sienten frustrados con los tratamientos de la medicina moderna y buscan productos alternativos y complementarios. Hace 2500 años Hipócrates mantenía “deja que el alimento sea tu medicina y que la medicina sea tu alimento”. A pesar de que el uso de los nutracéuticos tiene una larga historia, ha sido recientemente cuando la evidencia médica a través de estudios científicos, ha permitido que los nutracéuticos vuelvan a resurgir por ser potencialmente efectivos. Los estudios nutricionales se están enfocando en el exámen de los alimentos por su papel preventivo y protector frente a distintas patologías, más que por sus características negativas como el contenido en grasas saturadas , concentración de contaminantes inorgánicos ó adulterantes.
La investigación y el desarrollo está en la cumbre de este campo nutracéutico emergente. Los compuestos y productos son desarrollados con gran cuidado y se ejecutan estudios clínicos para proporcionar las bases de sus propiedades saludables, de forma que se produzca un impacto entre los consumidores y en las compañías de nutracéuticos.
El concepto de nutracéutico tiene su origen en Reino Unido, Alemania y Francia, donde la dieta es evaluada como factor principal para conseguir una buena salud. Cubre la mayoría de las áreas terapéuticas tales como anti-artríticos, trastornos del sueño, digestión, osteoporosis, presión sanguínea, control del colesterol, tratamientos para el dolor, prevención de ciertos tipos de cáncer, depresión y diabetes.
Los nutracéuticos pueden clasificarse en dos grandes grupos (Pandey et al. 2010)
- Nutracéuticos potenciales
- Nutracéuticos establecidos
Un nutracéutico potencial podría convertirse en uno establecido únicamente a partir de los datos clínicos obtenidos sobre sus propiedades médicas y saludables. Hay que destacar que una gran parte de estos productos están todavía en la categoría de “potenciales”.
Las fuentes alimentarias utilizadas en los nutracéuticos son todas naturales y pueden clasificarse en :
- Fibra dietética
- Probióticos
- Prebióticos
- Ácidos grasos poliinsaturados
- Vitaminas antioxidantes
- Polifenoles
- Especias
Con nuestro estilo de vida siempre cambiante, nuestro sistema de defensa antioxidante está sobrecargado. Además, los niveles de nuestro sistema de defensa disminuyen con la edad. Este precisamente puede ser el origen de muchas enfermedades. La investigación se ha centrado en distintos nutracéuticos y así, productos antioxidantes pueden funcionar intrínsecamente para atrapar los radicales libres (vitaminas, ácidos grasos poliinsaturados) ó para estimular el sistema de defensa de nuestro cuerpo. Sin embargo, la susceptibilidad individual a cualquier trastorno depende de la predisposición genética y los hábitos de vida. Por tanto, la respuesta del nutracéutico puede variar de una persona a otra.
Según una publicación del “Journal of Nutrition” en 2011 sobre los suplementos dietéticos en los Estados Unidos entre 2003-2006, su uso se ha ido incrementado a partir de los años 70. Analizan la utilización de dichos suplementos a través del NHANES, una encuesta representativa y de corte transversal, en la que participaban un 44% de hombres y 53% de mujeres. Los multivitamínicos y multiminerales fueron los suplementos consumidos con mayor frecuencia (33%). El uso de suplementos fue más bajo en la población obesa y más alta en adultos mayores, y aquellos con un nivel educativo más alto. Entre un 28-30% utilizaron suplementos que contenían vitaminas B6,B12, C,A y E.
